Description
Descripción
Con su característico cuerpo masivo y su largo cuello, el oso blanco u oso polar (Ursus maritimus) es el mayor carnívoro terrestre. La piel blanca de los adultos parece de color crema o amarilla en contraste con la deslumbrante blancura de su hábitat, la banquisa ártica. Los machos adultos miden de 240 a 260 cm de largo y pesan entre 400 y 600 kg aunque pueden llegar a pesar 800 kg, casi tanto como un pequeño auto. Alcanzan su máximo tamaño entre los ocho y los diez años. Las hembras adultas tienen la mitad del tamaño de los machos y alcanzan su tamaño máximo entre los cinco y los seis años. La mayoría pesa de 150 a 250 kg. Las hembras gestantes pueden pesar de 400 a 500 kg antes de entrar en la guarida donde parirán en otoño.
El cuerpo del oso polar es más largo que el del oso pardo; su cuello y su cráneo también son más largos pero sus orejas son más pequeñas. En lugar de tener un perfil “abombado” o cóncavo, como el oso pardo, el oso polar tiene un hocico más prominente o “romano”. Sus caninos son largos y la superficie con la que tritura de sus dientes de las mandíbulas es irregular, lo cual demuestra su adaptación a un régimen carnívoro. Sus garras son de color castaño, cortas, bastante derechas, muy puntiagudas y no retráctiles.
Signos y sonidos
El oso polar emite un gruñido grave para advertir a los otros osos, sobre todo cuando defiende su comida. Como signo de agresividad, silba y resopla con la cabeza baja y las orejas hacia atrás. Expresa su cólera con fuertes rugidos y gruñidos. También emite un “jadeo” en situación de estrés. Las madres “regañan” a las crías emitiendo un gruñido bajo o un jadeo suave.
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Hábitats y costumbres
El oso polar prefiere las regiones de hielo anual —que utiliza como plataforma de caza y cubierta protectora— mezcladas con crestas de presión donde se acumula la nieve, con grietas que se han vuelto a helar y con polinias (zonas de aguas abiertas rodeadas de hielo). Su preferencia por este hábitat está estrechamente ligada a la presencia de sus presas favoritas: las focas anilladas.
En las regiones como el este de la isla de Baffin y la bahía de Hudson, la banquisa se derrite total o parcialmente entre mediados y finales del verano. Este deshielo fuerza a toda la población de osos a regresar a tierra firme de dos a cuatro meses, entre el verano y el principio del otoño, a la espera de que se vuelva a formar el hielo.
El oso polar está maravillosamente adaptado al medio ártico. Su grueso pelaje invernal, compuesto de pelo de guardia lustroso y de una espesa pelusa, y su gruesa capa de grasa lo protegen del frío. Dado que el agua desliza fácilmente sobre el pelo de guardia, después de nadar, el oso polar puede sacudirse como un perro para reducir el enfriamiento y secarse antes. Su pelaje translúcido conduce el calor del sol hasta la base del pelo donde es absorbida por la piel negra.
Su color blanco también le sirve de camuflaje. El oso polar es muy hábil cuando tiene que esconderse, ya sea bajo la tierra, en el agua o en el hielo y esto lo ayuda a cazar focas y a huir de los cazadores. La planta de sus patas está dotada de pequeñas protuberancias y huecos que actúan como ventosas e impiden que deslice sobre el hielo.
Probablemente, la adaptación más importante del oso polar a las fluctuaciones en la cantidad de comida disponible en el Ártico es su capacidad de ralentizar su metabolismo para conservar la energía. Esto ocurre de siete a diez días después de haber consumido la última comida, independientemente de la época del año, y continúa hasta que dispone de nuevo de comida. Comparativamente, el oso pardo o el oso negro puede ralentizar su metabolismo pero sólo al final del otoño, poco antes de entrar en su guarida para hibernar. Si el oso pardo o el oso negro carece de comida en primavera o en verano, cuando no está hibernando en su guarida, sencillamente morirá de hambre.
Aunque los osos polares de ambos sexos y de cualquier edad pueden ocupar una guarida o un abrigo temporal en los periodos de frío o de tormenta, sólo las hembras gestantes permanecen allí todo el invierno.
Habitualmente, el oso polar se desplaza lenta y pesadamente a unos 5 o 6 km por hora. Puede galopar cuando lo persiguen pero no le gusta correr mucho tiempo. Los osos que aún no han alcanzado la madurez pueden correr distancias de 2 km pero los de más edad se cansan rápidamente por su peso y porque están bien protegidos contra el frío, lo cual hace que sientan calor pronto.
No suelen atacar a los humanos excepto para proteger a sus crías o cuando están hambrientos.
Los machos viven unos 25 años, las hembras se acercan a los 30.
Características únicas
Cuando caza, el oso polar depende principalmente de su gran olfato. Puede detectar los respiraderos de las focas, bajo capas de hielo y nieve de 90 cm o más de espesor, a un kilómetro de distancia. Su vista y su oído probablemente son parecidos a los de los humanos.
El oso polar es un excelente nadador. Usa sus grandes patas delanteras como poderosos remos, mientras que las traseras le sirven de timón. Puede permanecer bajo el agua más de un minuto y mantiene los ojos abiertos.
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Distribución
Russie = Rusia
Pôle Nord = Polo Norte
Alaska = Alaska
Canada = Canadá
El oso polar se encuentra principalmente a lo largo de las regiones costeras del Ártico y en los canales situados entre las islas de los distintos archipiélagos o grupos de islas del Ártico. Un pequeño número se aventura en la banquisa ártica permanente que cubre el centro de la cuenca polar y se ha constatado su presencia hasta a 88° de latitud norte (el Polo Norte está a 90° de latitud norte). Se observan regularmente algunos osos polares en lugares situados tan al sur como Terranova y Labrador y, ocasionalmente, en el golfo de San Lorenzo en los años en que pesadas placas de hielo van a la deriva más al sur que de costumbre.
Una de las tres regiones más importantes del mundo donde paren las hembras se encuentra en Canadá, cerca de Churchill (Manitoba), en la costa oeste de la bahía de Hudson. Los otros dos son la isla de Wrangel, en Rusia, y la isla de Kong Karls Land, cerca de Svalbard, en Noruega, en el océano Ártico.
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Alimentación
El oso polar es considerado un mamífero marino ya que su existencia depende de este medio y de las focas. Se alimenta principalmente de focas anilladas pero también captura focas barbudas, de Groenlandia, capuchinas y comunes. Ocasionalmente también puede cazar morsas, belugas (ballenas blancas) y narvales.
En invierno y en primavera las focas anilladas adultas mantienen respiraderos en la banquisa costera rascando o frotando continuamente el hielo con las fuertes garras de sus aletas delanteras. Las focas jóvenes son más abundantes en las zonas donde hay un poco de aire libre en invierno, como son las zonas próximas a los canales costeros o a las polinias ya que es más fácil respirar en ellas. Además, de este modo, las focas jóvenes pueden evitar a las focas adultas dominantes, menos numerosas que en la banquisa costera.
Las grandes patas delanteras del oso polar le permiten, entre otras cosas, cazar focas. Cuando la foca saca la cabeza por el respiradero, el oso polar la mata y la saca del agua de un solo zarpazo.
En abril y mayo, los osos polares, principalmente las hembras acompañadas por los oseznos, cazan focas anilladas recién nacidas en las guaridas donde han nacido, bajo los montones de nieve que cubren los respiraderos de las focas. Tras romper la guarida y matar a las focas, los osos devoran principalmente la grasa y la piel, dejando a menudo a los animales carroñeros una buena parte de la carne. Las focas recién nacidas y sus madres son el principal componente de la alimentación del oso polar en primavera, excepto en el caso de los oseznos, que siguen mamando.
Los osos también cazan las focas que descansan al sol sobre la banquisa costera o sobre grandes bloques de hielo flotantes. En primavera y al principio del verano, momento en el que las focas están más accesibles, un oso puede cazar una foca cada cuatro o cinco días. El oso come la grasa lo antes posible antes de que otro oso huela la presa y trate de quitársela.
En verano, los osos polares de algunas regiones deben ir a tierra firme. Ya que ya no pueden cazar focas, viven principalmente de sus reservas de grasa y conservan su energía al permanecer inactivos más del 80 % del tiempo. Comen restos de animales muertos que encuentran y, ocasionalmente, también comen hierba y frutillas. Se han observado osos polares que se sumergen en el agua para recoger algas o cazar aves marinas sorprendiéndolas desde debajo del agua. Hay pocos casos de osos que hayan cazado o comido un caribú o un toro almizclado.
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Reproducción
Machos y hembras alcanzan la madurez sexual a los cuatro o cinco años. Aunque, a esa edad, las hembras pueden aparearse y tener crías, es poco probable que muchos machos se apareen antes de los ocho o diez años. Los oseznos permanecen generalmente con la madre dos años y medio; por ello, las hembras no suelen volver a parir hasta tres años después. Este ritmo de reproducción tan lento explica por qué las poblaciones reducidas tardan tanto tiempo en recuperarse.
El apareamiento se produce en los meses de abril y mayo, cuando los osos cazan focas en la banquisa. Sin embargo, el huevo fecundado se implanta en el útero y empieza a desarrollarse únicamente desde mediados de septiembre a mediados de octubre. En la mayor parte del Ártico, la preparación de las guaridas donde paren las hembras empieza a mediados de octubre; las hembras gestantes buscan grandes amontonamientos de nieve cerca de la costa. A menudo cavan la guarida en la ladera sur de colinas o valles, donde los vientos dominantes del norte forman grande amontonamientos de nieve.
La dimensión de las guaridas varía pero la cámara en la que la hembra pare, situada en el extremo superior de un túnel de entrada que mide uno o dos metros, tiene un diámetro promedio de 1,5 m. y una altura de 90 a 100 cm en el centro. Una vez excavada la guarida, la nieve impulsada por el viento cubre rápidamente la entrada del túnel de entrada. La cámara, más alta que el túnel de entrada, conserva el aire caliente que se desprende de los osos. Cuando la guarida está ocupada, la temperatura interior permanece unos grados por debajo de 0°C todo el invierno, independientemente de la temperatura exterior.
Direction du vent = Dirección del viento
Banc de neige = Nieve transportada por el viento
Talus = Talud
Tras dos meses de gestación, los oseznos nacen entre finales de noviembre y principios de enero, según la latitud. La camada más frecuente son gemelos y, en menor frecuencia, un solo osezno. Se dan partos de trillizos periódicamente, sobre todo cuando las condiciones alimentarias han sido buenas y las hembras han podido acumular mucha grasa antes de preparar la guarida. En raras ocasiones se han observado casos de cuatrillizos.
Al nacer, las crías miden tan solo 25 cm de largo y pesan menos de un kilogramo. Sus ojos están cerrados y su piel está cubierta de un pelo tan fino que en descripciones anteriores se indicaba que nacían sin pelo alguno.
La mayor parte de los grupos familiares de la zona sur de la bahía de Hudson salen de su guarida entre finales de febrero y mediados de marzo, mientras que los de la zona alta del Ártico pueden salir de la guarida un mes después. Las familias se quedan en la guarida una o dos semanas para habituarse al frío y hacer ejercicio. Si el trayecto posterior hacia el hielo marino es superior a varios kilómetros, la hembra puede detenerse dos o tres veces al día para descansar y amamantar y calentar a los oseznos. Una vez sobre el hielo marino, la hembra caza continuamente y sólo se detiene periódicamente para excavar un agujero en la nieve, al abrigo del viento dominante, donde amamanta a los oseznos y todos pueden dormir.
El grupo familiar se divide cuando los oseznos tienen unos dos años y medio. A veces, las crías permanecen con la madre hasta la edad de tres años y medio y, en la parte oeste de la bahía de Hudson, algunas madres destetan a los oseznos o dejan de amamantarlos cuando sólo tienen un año y medio. El primer año de vida independiente de las crías es, sin duda, el periodo más difícil de la vida del oso polar. Su técnica de caza aún no es eficaz y es probable que los osos mayores se apropien de las focas que hayan podido cazar.
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Conservación
Las pieles de oso sin curtir se venden por 500 a 3 000 dólares, según su tamaño y calidad. Estas cantidades pueden representar una parte importante de los ingresos de un cazador inuit. En las cuotas anuales acordadas a cada aldea costera de los Territorios del Noroeste y de Nunavut, los cazadores también están autorizados a atribuir un determinado número de permisos a cazadores deportivos no residentes. Los inuits locales guían a estos cazadores a cambio de sumas situadas entre 18 000 y 20 000 dólares por caza. Se trata de una fuente importante de ingresos para las pequeñas localidades del norte de Canadá. El valor económico anual de las pieles y de la caza deportiva con guías inuits se estima en un millón de dólares en Canadá.
Cuando no se logra cazar ningún oso polar, el permiso de caza deportiva no puede atribuirse a otro cazador. Por consiguiente, en total, se cazan menos osos que si se atribuyeran todos los permisos a cazadores que cazan para alimentar a sus familias. Además, en conjunto, se cazan menos hembras adultas porque la mayoría de los cazadores deportivos prefieren cazar grandes machos. Esto constituye una protección adicional en el componente reproductivo de la población.
Los osos polares también son animales que se muestran en zoológicos y son una de las principales atracciones del famoso circo de Moscú.
La carne de oso polar también puede comerse y muy a menudo se emplea como alimento para perros. No obstante, debe cocinarse bastante porque a veces puede estar infectada de triquinosis. Además, el hígado puede ser peligroso tanto para los humanos como para los perros debido a su fuerte concentración de vitamina A.
Aunque los osos polares no estén en vías de extinción inmediata, están sujetos a ciertas amenazas, comunes a todos los grandes depredadores: la invasión de su hábitat por parte del hombre, la caza ilegal y la presencia de contaminantes químicos en sus presas. Además, el calentamiento global o cambio climático tiene repercusiones en su hábitat, ya que reduce la capa de hielo del Ártico, hace disminuir el grosor de la banquisa de la cuenca polar central, cambia el momento de la formación del hielo y de la desglaciación en las regiones situadas más al sur, tales como la bahía de Hudson. El Comité sobre la Situación de las Especies en Peligro de Canadá (COSEWIC, en sus siglas en inglés) ha designado el oso polar como una especie preocupante en Canadá debido a su vulnerabilidad ante las actividades humanas y ciertos fenómenos naturales.
La población mundial actual de osos polares se sitúa entre 25 000 y 30 000 ejemplares. En Canadá probablemente hay más de 15 000 ejemplares. El cazador es el principal depredador del oso polar. En los últimos años se han cazado menos de 1 000 osos polares al año en todo el mundo. De esta cantidad, entre 500 y 600 son cazados por cazadores inuits y amerindios de Canadá conforme a un sistema de cuotas que se examina cada año en Nunavut, Territorios del Noroeste, Yukón, Ontario, Manitoba, Quebec y Terranova y Labrador.
El Servicio Canadiense de la Fauna (SCF) estudia la ecología del oso polar desde 1961. Sus investigaciones, que prosiguen actualmente, ofrecen información sobre el tamaño de las poblaciones, las tasas de crecimiento y reproducción, los desplazamientos, la tasa de contaminación con productos químicos tóxicos y los efectos a largo plazo de los cambios climáticos y ecológicos. El SCF también forma parte de dos comités nacionales permanentes sobre el oso polar, uno formado por científicos y otro por administradores superiores. Cada comité se reúne una vez al año para examinar los resultados de las nuevas investigaciones y los problemas de gestión en Canadá.
La conservación del oso polar requiere colaboración internacional ya que varias poblaciones están repartidas entre diversos países y problemas tales como los contaminantes y los cambios climáticos afectan al conjunto del Ártico. Desde 1965 un grupo internacional de científicos especializados en el oso polar coordina las actividades de investigación y gestión de este animal en todo el Ártico, bajo los auspicios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales (UICN), la antigua Unión Mundial para la Naturaleza. En 1973 cinco países —Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Noruega y la URSS— firmaron en Oslo, Noruega, el Acuerdo sobre la conservación de los osos polares. Este Acuerdo entró en vigor en 1976. El SCF está representado en el grupo de especialistas del oso polar de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN, que se reúne cada tres o cuatro años y da consejos sobre los aspectos internacionales de la investigación y de la conservación a la UICN y a los países firmantes del Acuerdo.
Actualmente el oso polar es uno de los grandes mamíferos árticos mejor gestionados. Si todos los países árticos siguen respetando las disposiciones y la intención del Acuerdo, el futuro de esta magnífica especie debería estar asegurado.
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Recursos
Recursos en línea
Conservation de l'ours blanc au Canada
Recursos impresos
Larsen, T. 1978. The world of the polar bear. Hamlyn, London.
Stirling, I. 1988. Polar bears. University of Michigan Press, Ann Arbor, Michigan; and Fitzhenry and Whiteside, Markham, Ontario.
© Su Majestad la Reina en derecho de Canadá, representada por el ministro del Medio Ambiente, 2002. Todos los derechos reservados.
No de catálogo: CW69-4/18-2003E-HTML
ISBN: 0-662-34995-4
Texto: I. Stirling
Foto: Bev McMullen
Ilustración: Wendy Kramer