Description
Descripción
De vivos colores, gran tamaño y con un vuelo lento y poderoso, la monarca (Danaus plexippus) tal vez sea la mariposa más conocida de América del Norte. Sus alas de color naranja oscuro tienen una envergadura de 93 a 105 mm y llevan un ancho borde negro con dos filas de manchas blancas. El macho también lleva dos manchas negras muy visibles en las alas posteriores. Las bandas negras sobre las venas de las alas son más anchas en la hembra.
A primera vista puede confundirse a la monarca con la mariposa virrey (Limenitis archippus), de aspecto similar, aunque más pequeña (70 a 75 mm de envergadura). La virrey también lleva una banda negra a lo ancho que atraviesa la parte inferior de las alas posteriores.
Back to topHabitat and Habits
Hábitat y costumbres
Las monarcas pueden vivir donde crecen las asclepiadaceas. Las larvas de las monarcas u orugas se alimentan exclusivamente de hojas de asclepia. En el este de Canadá, la principal planta que contribuye al crecimiento de la monarca es el algodoncillo común (Asclepias syriaca), que suele crecer en las tierras agrícolas abandonadas, a lo largo de las carreteras y en otras zonas abiertas donde abundan las malas hierbas. En el oeste de Canadá el algodoncillo vistoso (Asclepias speciosa) es la principal planta que hospeda a las larvas.
Las monarcas son grandes voladoras y pueden recorrer grandes distancias. También pueden encontrar las parcelas más pequeñas de asclepias, incluso las plantas que crecen en los jardines urbanos y a lo largo de autopistas con gran tránsito. No se ven perturbadas por los humanos y se reproducen fácilmente sobre las asclepias donde hay una gran actividad humana. Basta con que las plantas estén sanas.
La monarca también ha demostrado que se adapta fácilmente. En los 150 últimos años ha habido un cambio importante en la distribución norteamericana de la población del este. Este cambio parece deberse a la práctica frecuente de convertir prados naturales del centro-oeste en tierras agrícolas, un proceso que ha causado la destrucción de una gran parte de las plantas y animales nativos de las praderas, entre los que hay 22 especies de asclepias. Al mismo tiempo, numerosos sectores de los bosques de frondosas del este de América del Norte fueron habilitados para la agricultura, permitiendo así la rápida propagación y la creciente abundancia del algodoncillo o asclepia común en dichas tierras. Actualmente, las tierras habilitadas para la agricultura de la región de bosques de frondosas del este constituyen la principal zona de reproducción de la población del este de la monarca.
Durante la migración, las monarcas conservan su energía siguiendo columnas de aire caliente ascendientes, lo cual reduce en gran medida la necesidad de batir las alas durante largos periodos. A menudo alcanzan grandes alturas cuando los vientos dominantes fuertes aceleran su vuelo. Algunos pilotos de planeadores han observado monarcas volando a más de un kilómetro de altura.
En otoño, las monarcas emigran miles de kilómetros entre Canadá y México. En Canadá pueden verse en el sur de Ontario, en lugares como el Parque Nacional Point Pelee, a orillas del lago Erie, y en el Parque Provincial Presqu’ile, en el lago Ontario, donde se agrupan en los árboles para descansar durante la noche antes de atravesar los lagos. Estos agrupamientos son una versión miniatura de las densas colonias que se forman en las zonas donde invernan. En estas zonas de descanso durante la emigración pueden reunirse entre centenares y miles de mariposas. Las monarcas suelen agruparse en los mismos lugares cada año.
Las monarcas que emigran al sur en otoño se reúnen en grandes concentraciones a lo largo de la orilla norte del lago Ontario y del lago Erie. Su aparente reticencia a volar sobre grandes extensiones de agua explica probablemente por qué vuelan hacia el suroeste siguiendo la orilla. Ello lleva inevitablemente a la formación de grandes concentraciones de monarcas en las penínsulas de los lagos, a partir de las cuales deben volar hacia el sur sobre las aguas abiertas.
Características únicas
La monarca es la única mariposa norteamericana que emigra cada año en gran número en ambos sentidos, de una parte del continente a la otra. Probablemente ningún otro insecto de entre las miles de especies de la Tierra realiza una emigración similar. Los científicos aún tienen mucho que aprender para comprender cómo hacen las monarcas para regresar a los lugares donde invernan o se reproducen y que no han visto nunca antes. Los millones de monarcas que cubren las laderas boscosas de las montañas de México ofrecen un espectáculo de extraordinaria belleza natural y son un fenómeno único que no se da en ningún otro lugar del mundo.
Contrariamente a la mayoría de larvas de mariposas, cuyo color tiende a confundirse con el entorno, la larva de la monarca es de color vivo. Este aspecto destacado es una señal que indica a los depredadores potenciales que son venenosas. Este color se explica porque se alimentan de las secreciones venenosas de la asclepia en la que nacen. Cualquier animal que se coma una monarca en estado adulto o de oruga probablemente enfermará o padecerá fuertes vómitos.
Back to topRange
Distribución
La monarca está ampliamente distribuida en toda América del Norte, desde América Central hasta el sur de Canadá y desde la costa del Atlántico a la del Pacífico. En Canadá se la ha observado en las diez provincias y en los Territorios del Noroeste.
Tres poblaciones geográficamente distintas —este y oeste de América y América Central— conforman la distribución total de la especie en América del Norte. Cada una de estas poblaciones tiene una conducta migratoria distinta.
La población del este es la mayor de las tres y comprende todas las monarcas de Estados Unidos y Canadá al este de las montañas Rocosas. Esta población constituye más del 90 % de la población canadiense de la especie. Actualmente, la zona de reproducción anual de la población del este va desde los estados de la costa del golfo de México hasta el sur de Canadá y desde los estados de las Grandes Llanuras y las provincias canadienses de las Praderas hasta la costa atlántica de Estados Unidos y las provincias Marítimas.
Toda la población del este emigra hacia unas 12 zonas del centro de México donde inverna en grandes grupos. Estas zonas, que son ecosistemas de alta montaña especializados, se sitúan en una pequeña área de unos 800 km2 ubicada en bosques de oyamel.
Las monarcas migratorias del este llegan a las zonas donde invernan entre noviembre y finales de diciembre. Forman grupos densos, de decenas de millones de ejemplares, y permanecen relativamente inactivas en los meses de invierno. Cuando las colonias se separan en marzo y principios de abril, las mariposas emigran hacia el norte, hasta la costa del golfo de México en Estados Unidos, donde las hembras ponen sus huevos sobre las asclepias. En primavera surgen dos o tres generaciones de monarcas en este lugar y son los descendientes de esta generación que ha invernado los que continúan su viaje migratorio hacia la zona de distribución en el norte. Esta emigración por etapas es necesaria ya que las asclepias mueren en junio en la región de la costa del golfo de México. Al continuar hacia el norte, las monarcas pueden explotar los recursos de asclepias del centro y del noreste de América del Norte, lo cual permite a la especie producir hasta tres generaciones adicionales de verano. Estas generaciones son fundamentales para restablecer las pérdidas de población sufridas en las zonas donde invernaron.
Casi cada año, las monarcas del este van a Canadá. Sin embargo, su número puede variar de un año a otro, según haya ido el periodo durante el que invernan en México y el tamaño de las generaciones primaverales que nacen cada año en los estados del golfo de México durante la emigración primaveral. Las primeras emigrantes llegan al sur de Canadá a finales de mayo y en la primera semana de junio.
La población del oeste abarca todas las mariposas monarcas de Estados Unidos y Canadá situadas al oeste de las montañas Rocosas. Actualmente, la zona de reproducción anual de las monarcas del oeste va desde Arizona y Nuevo México hasta el sur de Colombia Británica y desde las montañas Rocosas hasta la costa del Pacífico. Las monarcas del oeste sólo van a Colombia Británica los veranos de amplios periodos de tiempo cálido y soleado en el noroeste del Pacífico. En esos años favorables, la reproducción se realiza en lugares dispersos de la provincia, principalmente en el valle de Okanagan y a lo largo del río Fraser.
Las monarcas de la población del oeste inician una emigración anual parecida a la de la población del este. Pasan el invierno en numerosos lugares en los casi 1 000 kilómetros de costa que van de California hasta la frontera de México. En California se han constatado más 200 zonas en las que pasan el invierno y las colonias individuales pueden tener desde docenas hasta decenas de miles de ejemplares. La mayoría de estas zonas donde invernan están relacionadas con masas forestales de eucaliptos australianos no autóctonos.
La emigración anual al sur de las poblaciones del este y del oeste empieza en Canadá a principios de agosto y continúa hasta mediados de octubre. Cuando las monarcas emigran, no se reproducen. Buscan ávidamente néctar de flores para conseguir la energía que les permita proseguir su emigración y acumular una reserva de grasa fundamental para sobrevivir en invierno. Esta acumulación de grasa también es esencial durante la emigración primaveral hacia el norte, momento en que las fuentes de néctar no están disponibles.
La población de monarcas de América Central se ubica en Guatemala, El Salvador, Honduras, Belice, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y el sur de México. Contrariamente a las poblaciones del este y del oeste, la población de América Central sólo emigra entre 10 y 100 kilómetros entre las zonas de tierras altas y bajas, según las condiciones de la estación seca y de la húmeda. Esta población se reproduce durante todo el año.
Las monarcas se han introducido en Australia, América del Sur, Hawái y varias islas del Pacífico. Ocasionalmente las monarcas migratorias llegan a Europa y América del Sur, probablemente con la ayuda de barcos.
Back to topFeeding
Alimentación
Las monarcas adultas se alimentan del néctar de numerosas flores pero sólo se reproducen donde hay asclepias. Las hojas de las asclepias son el único alimento de las larvas o de las orugas que salen de los huevos.
Back to topBreeding
Reproducción
Igual que todas las mariposas, incluso las nocturnas, las monarcas tienen un ciclo biológico formado por cuatro fases de crecimiento: el huevo, la larva u oruga, la pupa y el adulto. Estos cambios de forma se conocen con el nombre de metamorfosis.
El apareamiento de las mariposas adultas se produce durante el día, con mayor frecuencia hacia el mediodía y el final de la tarde. Las hembras ponen los huevos fecundados en el envés de las hojas de asclepias. Para ello, identifican la asclepia arañando con sus patas delanteras la superficie de la hoja y “huelen” las secreciones de la planta con sus antenas. Una hembra puede poner hasta 400 huevos, uno por uno, en las hojas, a menudo en diferentes hojas de la misma planta o de plantas próximas. Por consiguiente, en las grandes masas de asclepias se puede encontrar una densa concentración de larvas.
Las larvas salen de los huevos de 3 a 12 días después, según la temperatura. Se alimentan de hojas de asclepias durante unas dos semanas y se transforman en grandes orugas con bandas de vivo color negro, amarillo y blanco. La oruga muda o cambia de piel hasta cuatro veces durante su desarrollo y llega a alcanzar una longitud de 5 cm. Para prepararse para la tercera fase, la oruga se sujeta a una ramita adecuada con la cabeza hacia abajo. Muda de piel una vez más y forma un envoltorio protector duro. Esta transformación hacia la fase pupa o crisálida lleva varias horas.
La pupa se parece a un jarrón de color verde jade brillante con una corona dorada. Bien protegida, la oruga pasa por una transformación milagrosa y, dos semanas después, aparece transformada en una bella mariposa. Unas horas antes de que salga la mariposa adulta, la pupa se vuelve completamente transparente y deja ver la nueva mariposa interior. Cuando la mariposa acaba de salir de la pupa, sus alas son pequeñas, gruesas y coriáceas. Su cuerpo está lleno de líquido que impulsa hacia las alas. Este proceso hace que las alas se extiendan como un globo que se hincha. Las alas se secan y endurecen hasta que la mariposa está lista para su primer vuelo.
En el sur de Canadá, las monarcas del este producen dos o tres generaciones cada año, entre los meses de junio y septiembre. El desarrollo desde la fase huevo hasta la fase mariposa adulta tarda de 20 a 45 días, según la duración de los días, la temperatura y la disponibilidad y calidad de la planta en la que viven las larvas. El promedio es de unos 30 días.
Las monarcas que nacen al final del verano emigran. Si sobreviven todo el invierno, su vida dura de seis a nueve meses. No alcanzan la madurez sexual antes de emigrar y no se reproducen en invierno.
Las condiciones meteorológicas son el principal factor que determina el tamaño y el éxito de la reproducción de una población de monarcas. El tiempo frío, húmedo y nuboso en las zonas de reproducción de primavera y verano puede impedir que las mariposas adultas se dispersen, se apareen, pongan huevos y se alimenten ya que necesitan un tiempo caluroso y soleado para estar activas. Los veranos cálidos y secos con periodos de sequía también son perjudiciales, ya que estas condiciones reducen la calidad y la disponibilidad de alimento para las larvas y de las fuentes de néctar para las adultas.
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Conservación
Según las estimaciones del número de mariposas que pasan el invierno en México y California, la población de monarcas del este tiene actualmente decenas de millones de mariposas, mientras que la población del oeste, menor, no tiene más que algunos millones. Según los datos históricos, el tamaño de las dos poblaciones fluctúa regularmente, a veces radicalmente, debido a la mortalidad durante las tormentas invernales, a las condiciones desfavorables para la reproducción, a los depredadores y parásitos, a las enfermedades y a otras presiones combinadas. En el pasado, las dos poblaciones sufrieron pérdidas de hasta el 90 %, pero lograron recuperarse porque el 10 % superviviente dispuso de excelentes condiciones en la zona de reproducción.
Aunque una fluctuación del tamaño de la población parece normal en las monarcas, la población del este sufre actualmente un aumento constante de la mortalidad. Esto podría reducir el tamaño de la población a un nivel tal que la especie no podría recuperarse. Los desastres naturales periódicos que se producen en los lugares donde pasan el invierno en México son la principal razón del declive de la población de monarcas. En algunos lugares se pueden producir pérdidas del 30 al 90 % durante las tormentas invernales. Los cambios en el hábitat causados por el hombre —concretamente la explotación forestal— han reducido el efecto protector de la cubierta de copas. Estos cambios han incrementado los efectos negativos de las tormentas invernales y han hecho que las monarcas sean más vulnerables a la depredación por parte de aves y mamíferos.
En el pasado, estos desastres se compensaban con el aumento de los hábitats de reproducción en el este de América del Norte. Sin embargo, el uso generalizado y cada vez mayor de herbicidas en toda América del Norte también podría ocasionar una disminución de las emigraciones en otoño durante los próximos años debido a la destrucción de las plantas que hospedan a las larvas y de las fuentes de néctar para las mariposas adultas en la zona de reproducción. Si no se protegen eficazmente los lugares donde las monarcas pasan el invierno en México, los hábitats de reproducción y las fuentes de néctar a lo largo de las vías de emigración en Canadá y Estados Unidos, la población del este podría desaparecer de América del Norte a principios de este siglo. Una especie “desaparecida en el país” significa que ya no existe en estado salvaje en un determinado lugar, aunque pudiera existir en otros.
Otras causas del declive de la población del este son la depredación de la que es víctima en los lugares donde pasa el invierno a cargo del picogordo tigrillo y del bolsero dorsioscuro, dos especies de aves a las que no afectan las propiedades venenosas de la monarca y que se alimentan abundantemente de mariposas que descansan. La población del oeste está amenazada por el crecimiento inmobiliario a lo largo de la costa de California, por los programas para la eliminación de eucaliptos introducidos y por una enfermedad descubierta recientemente.
Varios científicos han considerado la emigración anual de la mariposa monarca en América del Norte como un fenómeno en peligro. En 1983, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza designó las espectaculares zonas invernales de descanso de México y California como fenómeno amenazado de extinción. Se trataba de la primera designación de este tipo en la historia de la conservación internacional. El nuevo estatus fue creado para reconocer el peligro que corrían millones de monarcas que emigraban y pasaban el invierno en América del Norte cada año, admitiendo que el conjunto de la especie no corría peligro de desaparecer. La designación “desaparecida” significa que la especie ya no existe.
En octubre de 1995, Point Pelee, Long Point y Prince Edward Point, en el sur de Ontario, fueron designados reservas para la mariposa monarca dentro de un acuerdo internacional con México. En otros lugares de Canadá existe poca protección actualmente para las monarcas y sus hábitats. El hábitat de las monarcas abunda en el sur de Ontario y en Quebec pero podría perderse fácilmente si las explotaciones agrícolas abandonadas se pusieran en producción activa, se convirtieran en proyectos inmobiliarios o se poblaran excesivamente de árboles y arbustos. Los programas de eliminación de la asclepia también pueden contribuir a eliminar el hábitat de la monarca.
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Recursos
Recursos en línea
Monarch Migration, Agencia de Parques de Canadá
Recursos impresos
Crolla, J.P., and Lafontaine, J.D. 1966. Status Report on the Monarch Butterfly (Danaus plexippus) in Canada. Documento presentado al Servicio Canadiense de la Fauna, Ottawa.
© Su Majestad la Reina en derecho de Canadá, representada por el ministro del Medio Ambiente, 2003. Todos los derechos reservados.
No de catálogo: CW69-4/105-2003E-IN
ISBN: 0-662-34366-2
Texto: Paddy Muir y Don Lafontaine
Fotos: Henri Goulet